Antes que nada quiero pedir mil disculpas por no subir la ultima parte el martes pasado, no se porque razón no podía publicar pero bueno... ahora si estoy cumpliendo con lo prometido: LA ULTIMA PARTE de esta historia, el final del cuento Amor, fuga, amor... espero que les guste mucho y como siempre espero comentarios e ideas, y mas que todo opiniones!
Además quiero contarles que voy a seguir con el blog aunque termine el cuento publicando otras cosas... el martes que viene voy a hablar un poquito de como hice el cuento y otras cositas. los espero y gracias! un saludo grande y que disfruten el final...
En fin… el tiempo pasa y
ya era finales de 1983, diciembre. Caminando por los pasillos de la facultad me
encontré con una gran sorpresa…
-
Juro, juro, juro, JURO que no puedo creer
lo que estoy viendo, no es verdad… - cerré los ojos por unos segundos para
saber si lo que me estaba pasando era un sueño o era la realidad. sentía como
las lágrimas caían por mis mejillas. Corrí a abrazarlo, a reencontrarme con él.
Con mi Romeo, con Pablo!
-
Juli, Juli, Juli, Juli… ai amiga mía no
puedo creer la sorpresa que me estás dando. Perdón, perdón por todo, perdón
por…
Mis ganas lo silenciaron,
no aguante mas y le di un beso, sin pensarlo, y de verdad que no lo pensé. No sabía
nada de él, no sabía si estaba de novio o no, si estaba casado o qué, que se
yo… no tenía idea de nada. Y nada importaba en verdad.
En un momento sentí que el
tiempo se detuvo, caminamos un buen rato… le conté todo lo que había pasado en
estos años conmigo, con mi familia, con Ana, con mis sentimientos, mis
estudios, mis gustos, mis anécdotas, mis ganas de escribir y de leer. Le conté
sobre mis novios, que tuve uno que otro, pero nada termino con un buen final,
que ahora estaba sola. Le conté mis momentos de tristezas, de miedo. TODO,
todo. Creo que yo hablaba sin parar. Y caminábamos, y caminábamos.
Después habló él. Me conto
que estudio letras en España, que había llegado hace poco a la Argentina, a
mediados de diciembre. Que había pensado mucho en mi y que fue horrible estar
lejos de acá. Que algunos la pasaban mejor que otros. Todos extrañaban mucho la
Argentina, pero se hicieron amigos y pudieron seguir estudiando. Se adaptaron
como podían, sabían que no quedaba de otra, que no había otra opción, así que
era mejor no lamentarse. Me dijo que pensaba en mí, que estuvo de novio un
tiempo pero las españolas no eran tan lindas como las argentinas, decía él. Que
comenzó a escribir muchos poemas. Él también hablaba sin parar. Y caminábamos,
y caminábamos.
Me alegraba saber de él.
Era una alegría inexplicable, verdaderamente no puedo escribir con palabras lo
que sentía. Era tan bueno saber que él estaba vivo y que estaba caminando conmigo.
El tiempo parecía que no pasaba, pero pasaba y se hizo de noche. Y queríamos
seguir hablando…. Siete años no se
pueden contar en un día. Cuando oscureció me acompañó a tomar un taxi. Antes de
subirme me dijo:
-
Juli, te invito a tomar algo esta noche,
como personas grandes, adultas. Quiero saber todo de vos, quiero ver esa
sonrisa por muchas horas, quiero darte besos hasta el amanecer, quiero
reencontrarme con vos. ¿Nos vemos esta noche? te espero en esta dirección (y me
la escribió en la mano) estoy parando estas semanas en la casa de un amigo hasta
conseguir algo para alquilar.
-
Esta bien, me parece una buena idea. Nos encontramos
ahí entonces.
-
Chau, hasta esta noche.
Me subí al taxi y en la
esquina, el taxista me dice:
-
Señorita, el chico con el que estaba
hablando viene corriendo hacia acá, hace señas de que pare.
-
Y hágale caso entonces, pare.
Me baje del taxi y fui corriendo
hacia él, como en las historias románticas de final feliz. Nos besamos me
agarro la mano fuerte y me dijo al oído, casi susurrando:
“Y moriré de amor porque
te quiero, porque te quiero, amor, a sangre y fuego.”
FIN
Camila Alonso Avellaneda
No hay comentarios:
Publicar un comentario