Continuación de Amor, fuga, amor... Parte 2 Ahora la cosa se pone más interesante...
En uno de los recreos se acerco Pablo con sus
compañeros y nos invitaron para que vayamos a un baile que realizaban para
conseguir plata para su viaje de egresados, el sábado a la noche. Arreglamos
con las chicas para ir; me puse mi mejor ropa, apenas me maquillé y salí. El
baile era genial, la mejor música y Pablo hermoso como siempre… él se acerco a
nosotras y nos dijo:
- - Chicas, ¿Qué tal la están pasando?
Carolina, que ya había tomado de más, hablaba cualquier
cosa y dijo:
- - Pablo… Julieta se muere por bailar con vos.
Quede congelada, la mire
con mi mejor de cara fulminante, era el momento donde quería que la tierra no
solo me tragara, me hiciera desaparecer, que hiciera que nadie sepa de mi.
Lo primero que salió de mi
boca fue:
- - Tomo unos cuantos vasos demás. No le hagas
caso – le dije a Pablo
- -Si queres le podemos dar el gusto, ¿queres
bailar?
En mi mente ya había una
fiesta, fuegos artificiales y millones de pensamientos se cruzaban en mi
cabeza. Pero fui rápida al contestar…
- - Si vos queres si, (trate de sonreír
tiernamente, pero creo que tenia más cara de miedo que de otra cosa)
Y aquí me gustaría hacer
un paréntesis, porque es verdad que muchos chicos me gustaron, me hicieron
ilusionar, muchos me pusieron en estado de “tonta enamorada” pero no sé porque
estaba tan nerviosa al bailar con Pablo. Era un chico más del montón, pero no
lo sentí así, sentía algo especial con él, como en las películas… como en los
libros.
Y esa noche, esa noche fue
maravillosa, después de bailar, un largo rato fuimos afuera y me dijo:
- - Sos una mina muy interesante.
- - Vos también. La pase muy bien esta noche
- - ¿Te gustaría salir una tarde a hacer
algo? Por lo que se habla en casa,
parece que fiestas como estas no vamos a poder volver a hacer.
- - Si, ya se. Vos sos muy valiente, digo, sos
del centro de estudiantes, no te da miedo que…
- - Sí, mucho. No creo que dure mucho más esto
de ser presidente. No soy tan valiente como parece.
- - Y…
- - Juli, no hablemos de esto mejor, no es un
lindo tema… disfrutemos la noche, ¿te parece?
Asentí con la cabeza, la verdad no quería hablar del
tema tampoco, las cosas no venían bien, o así parecía.
Salimos varias veces, después de un tiempo, nos pusimos
de novios. Todo iba bien, todo estaba perfectamente como tenía que estar, salvo
por algunos detalles que en mi edad era mejor no darle importancia, para mí; eran cosas de grandes.
Un día Pablo me invito a almorzar a su casa, con su
familia, acepte sin dudarlo. Sábado al mediodía, me busco de mi casa, cuando
llegamos me presento a su mamá, a su papá y a sus tres hermanos varones. Todos
eran personas maravillosas, con pensamientos de “buena gente” como digo yo,
jajajajaja. Eran geniales, pero me parece que fui en un mal momento, el padre
de Pablo tenía mucha cara de preocupación, Pablo estaba muy nervioso, lo miraba
a su viejo una y otra vez, en un momento le dijo algo al oído, que no tengo ni
la mas mínima idea que fue. Pasaron varios días, ya eran vacaciones de Julio.
Me dedique esas vacaciones a cocinar, cocinar, y seguir cocinando. Como no me
gustaba estar en mi casa, llevaba los elementos para cocinar en la casa de Ana,
mientras ella probaba todo lo que hacía, yo seguía paso a paso las
instrucciones de mi libro de recetas. Un día fui a cocinar para la familia de
Pablo, a todos les gusto mi comida. Todos estaban encantados.
Una
tarde que salimos con Pablo tuvimos un dialogo muy interesante, donde me conto
cosas que no sabía, pude descubrir las cosas que quería descubrir,
definitivamente Pablo era un “tipo interesante”…
- - Juli, nunca me contas nada de tu familia,
nunca hablas de tus viejos, ni de tus hermanos. Es verdad, los conocí, pero
nunca me contaste nada de ellos, ni como son las cosas en tu casa. Practicamente
vivís en lo de Ana, ¿Por qué?
- - Odio hablar de esto porque ni yo se lo que
pasa en mi casa, ni yo se porque las cosas no andan bien, pero más o menos esto
es: mis papas discuten y pelean las 24 hs. De día, de noche, siempre. Pero ojo,
nunca nadie se fue de la casa, según ellos se aman y se van a amar toda la
vida, pero yo no entiendo… se insultan de tal manera, se dicen de todo, que no
entiendo que es lo que los une… esa si que no es una historia romántica, o por
lo menos así lo veo yo. Ellos me tratan de estúpida, de tonta, me hacen sentir
una mierda como persona, creen que soy una hueca, que no tengo futuro si sigo
pensando en mis estúpidas historias románticas, eso es lo que hace que no
quiera estar en mi casa. Otro punto importante: piensan igual que el colegio
odioso al que vamos. Ser católico es lo más importante, mi mamá vive en la
iglesia y es verdaderamente un bajón. Son cosas en las que no estoy
completamente de acuerdo. ¿Y mi hermano?, mi hermano nada, tiene apenas cuatro
años. Yo no le doy ni la hora. Es verdad, vivo en lo de Ana, porque su familia
es tan tan buena…
- - ¿nunca te descargaste?, digo, nunca te
salio un “¡no me traten como estúpida!” ¿o algo así? Tenes que defender lo que
vos pensas.
- - Nunca, con ellos nunca se sabe. ¿y vos? ¿Por
qué la otra vez tu papá estaba tan preocupado, la primera vez que fui a
almorzar?
- - No es nada, pero vos sabes Juli, no es la
mejor época del país. Mis viejos tienen mucho miedo de lo que se viene, además
ellos están metidos en movimientos políticos y esas cosas. Están preocupados, como todos…
Nos
quedamos callados por un tiempo, me agarro la mano fuerte, muy fuerte y me dijo
al oído, casi susurrando…
- - te amo tanto, tanto… que no te soltaría jamás.
Me
abrazo y me dio un beso, le dije que yo también lo amaba y que me encantaría
que ese momento dure para siempre.