martes, 17 de abril de 2012

Amor, fuga, amor... Parte 2


Continuación de  "Amor, fuga, amor... Parte 1"

Volviendo al primer día de clases, en el patio de la escuela… después de que la directora dio sus aburridísimas palabras de bienvenida se presento: el centro de estudiantes, su presidente… Pablo Ruiz. Pablo es increíblemente inteligente, es una persona con excelentes planes e ideas. Lo que más me gusta de él: son sus proyectos, hay uno especial:
-         Y como presidente del colegio tengo como principal propuesta reducir la carga horaria de religión.
Fue un momento rarísimo, se escucho uno que otro aplauso, los demás se miraban y se escuchaban susurros. Pablo no tuvo ni un segundo más para poder hablar porque la directora intervino con su voz chillona:
-         Todas a sus aulas, se concluye este acto de bienvenida. 
Mientras había un amontonamiento de gente en el pasillo pude ver como la directora se acerco a Pablo con su cara de enojo, y él con su cara divina de “no me importa lo que usted diga vieja con cara de pasa de uva” al pensarlo me reí sola. Ana me miro y me dijo:
-         Estás loca, ¿de qué te reis ahora?
-         … (silencio)
-         ¿Juli?  ¿hello?
-         Pablo nunca se fijaría en mi, ¿no?
-         ¿Qué decís? ¿Pablo? ¿El presidente? No me digas, que crees que él va a ser tu Romeo soñado…
-         No, no digo eso… pero pienso, imagino. Es alguien piola, ¿no crees?
-         No sé, no te veo con él, es un chico común, parece alguien simple.
-         Simple, como mí nombre, como Pablo.
-         No, simple: lo ves y no ves nada en él.
En ese momento el profesor de matemática nos interrumpió. Creo que me hubiera gustado terminar esa charla con Ana. Durante el resto del día no volvimos a tocar el tema, estuvimos con las demás chicas, y no daba para hablar sobre eso. A la salida, Ana me agarro del brazo y me dijo: vamos a mi casa, tenemos una charla pendiente.
-         Así que Pablo, ¿no?
-         Sí, que se yo, me parece un buen tipo, con buenas ideas.
-         Lo decís por que quiere quitar las horas de religión, jajajaja
-         No, de verdad, me parece una persona interesante, esas personas que me gustaría saber mucho más de él. Además es alguien lindo, ¿no te parece?
-         Juli, no es de mala, lo juro… pero siento que esta charla ya la tuvimos, algo así como un “deja vu“. Por año te deben gustar 10 chicos, con 5 de ellos te enganchas, crees que esa persona va a ser tu Romeo, y terminas lastimada por ilusionarte. Tenemos 17 años, es difícil, casi imposible diría yo, que consigamos nuestro Romeo ahora, somos adolescentes, un día queremos algo, otro día queremos otra cosa, nos quedan muchas cosas por vivir, mundos por explorar, no estamos listas para saber que es el amor.
Me quede muda, nunca la había oído hablar así a mi amiga, la mire a los ojos y no podía decir nada. Pero en el fondo, sabía que tenía razón, y creo que nunca me había sentido tan tonta como en ese momento, tan estúpida, tan inmadura. No volvimos a hablar del tema… a la tarde estudiamos para el examen, pero no soy de las personas que saben disimular los sentimientos.
-         Juli, no quería que te pongas así por lo de hoy…
-         Quédate  tranquila, sigamos estudiando prefiero no hablar del tema. – le respondí sin mirarla a los ojos
Seguimos estudiando, cuando se hizo tarde, levante las cosas para irme, ella me acompaño a la puerta, después de despedirnos le dije:
-         Puede que tengas razón, seguramente la tenes. Pero no sé porque siento que él no me va a romper el corazón, tiene cara de “bueno”, (me reí en ese momento) quiero conocerlo más, no importa si es mi Romeo o no, solamente quiero conocerlo más.
-         Como quieras Juli, yo te voy a bancar igual, siempre.
Al otro día no pare de pensar en él. Imaginaba que estábamos juntos. Que yo estaba en un balcón y él pidiéndome ser su amada… son ilusiones, ilusiones tontas y que la gente no comprendería…  

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