Buen martes para todos los lectores!: como todo martes les trigo la séptima Y PENÚLTIMA parte del cuento...
El tiempo paso y Julieta fue sobrellevando su dolor... los invito a leer como siempre. un beso grande y que disfruten...
En cuanto a mi…estuve muy
pendiente en ese asunto, no me daba mucho tiempo para pensar en Pablo. Una
tarde discutiendo con mi mamá pensé en él y en lo que me había dicho sobre
defender lo que pienso sobre ellos, quizás me equivoqué, quizás no. Les dije
todo lo que pensaba sobre TODO, sobre nuestra familia, sobre su relación, etc.
etc. Ya era grande, tenía 19 años y era momento de decir… BASTAA!!!!! Mis padres hicieron como si fuera que no les
dije nada, lo que les dije les entro por un oído y les salió por el otro, creo
que no duro ni dos segundos mi “discurso” en su cabeza. En fin, era un tema que
me daba por vencido, como ya era más grande Ana me invito a su casa a quedarme
el tiempo que quisiera, no iba a haber
problema; acepte la propuesta, aunque las cosas en su casa no iban bien, me
adapte de la mejor manera.
Como les decía recién, ya
tengo 19 años. Estudiaba licenciatura en letras en la Universidad. Me gustaba
mucho la carrera, la universidad fue otro mundo para mí, es una aventura
hermosa, es algo totalmente distinto al colegio. Le dije ¡chau! a religión y
matemáticas. Mi sueño es ser docente o algo así. Me encantaría enseñar, y hacer
UNA BUENA ENSEÑANZA, es decir, no como la que me enseñaban cuando era
adolescente, me gustaria que los estudiantes se entusiasmen en la literatura, y
que disfruten el mundo de la poesía, de los libros, de la escritura tal vez. Es
un mundo único, y encantador.
Ana, mi amiga, estudiaba
licenciatura en ciencias biológicas. Siempre fue lo suyo. De a poco nuestra
amistad se fortaleció, vivir juntas nos hizo inseparables. Después de un tiempo
su mamá mejoro en su estado de locura y la sacaron del psiquiátrico. De vez en
cuando lloraba y reía, y se enojaba, pero a diferencia de antes no tenía
reacciones violentas en absoluto, según los psicólogos decían que su estado
emocional estaba mucho mejor.
Cuando cumplí 20 empecé a
trabajar en un bar, para juntar plata y darles a la familia de Ana., que me
bancaban día a día. Era un poco de plata que ayudaba para la comida y otras
necesidades en su casa.
De vez en cuando llamaba a
mi mamá por teléfono, le contaba que todo estaba bien, y nada más. Las cosas
quedaron muy mal entre nosotras. Un día fui a casa para verlo a mi hermano, y
saludarlos, le pregunte como andaban, me ofrecieron un poco de plata, les dije
que no. Me preguntaron como estaba con la facultad y como andaba Ana y su
familia nada más… cuando sali de la casa, estaba por la esquina y mi mamá vino corriendo con un sobre.
-
Hija, esto es para vos… sé que te lo
tendría que haber entregado hace mucho, pero quería protegerte. Miro el sobre
todos los días, y creo que tengo que dártelo. Pablo me lo dejo el día que se
estaba yendo para España, vino a la mañana y vos estabas en la casa de Ana. Me
dijo que te dejaba un beso grande y que nunca te iba a olvidar… juro que me hubiera encantado dártelo antes
pero…
-
No puedo creer lo que me hiciste, te juro
que no lo puedo creer, sabes lo importante que Pablo era para mí, y los
primeros días la pase muy mal. Te voy a pedir que no busques escusas. Lo que me
hiciste fue de terror.
Agarre el sobre y me fui….
Cuando llegue a casa de Ana, lo abrimos juntas:
“¿Para
qué resistir? Resistir para encontrarse uno mismo. O simplemente para
sobrevivir. Resistir es lo único que nos queda cuando ya nada nos queda.
Resiste. Con el alma, con el corazón, con tus ojos, con tus manos, con todo tu
cuerpo.”
Te
amo mucho y nunca voy a olvidarte ni a vos, ni a todos los momentos que
vivimos.
“LOS
FINALES SON POSIBILIDADES DE NUEVOS COMIENZOS. LAS DESPEDIDAS, SON PROMESAS DE
REENCUENTROS”
No
preguntes de quien es la frase amor mío… sabes que lo leí “de por ahí”.
Te ama mucho… Pablo
Una
mezcla de sentimientos se cruzaba en mi cuerpo: alegría al ver algo escrito por
Pablo; tristeza por extrañarlo; enojo hacia mi madre que nunca tuvo el valor de
darme un sencillo y simple sobre; curiosidad al no saber nada, absolutamente
nada de él.