Hola a todos los lectores del blog: hoy quiero compartir con ustedes una entrevista que encontre en una pagina web muy interesante a Borges, un escritor que admiro muchisimo, que le tengo un gran respeto hablando de su profesion y que aprecio mucho. quiero mostrarles esta entrevista que hicieron unos alumnos de 5to año de un colegio a Borges, me encantaria que la lean y escuchar sus comentarios(como siempre)... los saludo con un gran cariño... y que disfruten la entrada!
La puerta es la que eligeLa puerta es la que elige, no el hombreJorge Luis BorgesUn grupo de estudiantes y dos o tres periodistas nos encaminamos hacia el salón del hotel, adonde Borges va a hablar con nosotros. Encabeza la marcha él mismo, acompañado por el escritor Roberto Arifano, de Buenos Aires, con quien Borges suele mantener diálogos en sus presentaciones en público –Arifano es una especie de secretario del Maestro. Pienso en Ezra Pound, cumpliendo el mismo oficio para Yeats, en esa conmovedora combinación de protección cariñosa, percepción y sutil inteligencia que exige el nada común oficio de “secretario” de un anciano genial.De pronto alguien elogia su bastón. Borges explica que es holandés, fabricado con una especie determinada de madera, algo así como madera de limonero. El bastón es parecido al que usan los pastores.Borges dice sonriente: tóquelo, mire, tiene espinas…Nos sentamos alrededor de una gran mesa. Los jóvenes –alumnos de quinto año del Colegio Nacional- comienzan la entrevista.De Borges a los jóvenes*¿La misión de ustedes? Bueno, es simplemente la de salvar al mundo… Yo les aconsejaría el ejercicio de la ética y el hábito de la lectura. Les aconsejaría que leyeran mucho pero, como dijo mi padre, que lean sólo lo que realmente les interese. Porque lo que se lee por ejemplo sólo para dar un examen, se olvida. Yo he estudiado muchas materias de las que puedo confesar ahora una ignorancia perfecta. En cambio, recuerdo todo lo que he leído con agrado.*Creo que la definición de la palabra ética es innecesaria, ya que uno, por un instinto misterioso, sabe a cada momento si está obrando bien o mal. Creo que ese instinto es esencial y más importante que las definiciones o que los adjetivos.*Yo de mi obra sé muy poco. Si ustedes mencionan alguno de mis cuentos, es posible que yo no lo recuerde. Yo he escrito ese cuento una sola vez, ustedes lo han leído varias veces. Eso quiere decir que lo conocen mejor que yo.*Sí, recuerdo “El encuentro”. Ese cuento se me ocurrió a mí en Cambridge, Massachussets. Estaba sentado a orillas del río Charles, en un banco, y recordé que unos treinta o cuarenta años antes había estado sentado en un banco en Ginebra, a orillas del Ródano. Pensé: Si yo me encontrara con ese otro que soy yo, ¿qué nos diríamos? De allí salió todo el cuento, de esa identidad de estar sentado, solo…*Yo creo que el libre albedrío es una ilusión necesaria. Por ejemplo yo me siento libre en este momento. Voy a repetir un ejemplo que he usado muchas veces: Aquí están mis dos manos. Yo puedo poner sobre la mesa la mano izquierda o la derecha. En este momento siento que puedo elegir. Verdad, he puesto la derecha. Una vez que he puesto la derecha debo pensar que era fatal que yo pusiera la derecha y no la izquierda. Es decir, quizá toda mi vida esté condicionada, pero es necesario que en cada momento yo crea que soy libre. Si no, hasta no podría obrar. Así que yo descreo del libre albedrío; creo en la fatalidad, pero no en una fatalidad que haya sido dirigida por alguien, sino una fatalidad que ha sido preparada por toda la historia universal por lo que podría llamarse con alguna pedantería “el proceso cósmico”; en fin, toda esa cadena ramificada de efectos y de causas.*Pero sé que si se trata del presente uno necesita la ilusión del libre albedrío. Uno tiene que creer que puede decidir sus actos.*¿Pero ustedes entienden el tiempo presente? Yo no, yo no acabo de entenderlo. Me siento perplejo. Me siento triste también. Tengo la sensación de haber tenido una pesadilla de la que no me he despertado del todo. (Esta última frase fue repetida unas horas más tarde en el Teatro Municipal, al preguntársele a Borges una cuestión referente a las Malvinas. La pesadilla se refiere a la Guerra de Malvinas, ocurrida en 1982 en Argentina: La Guerra de Malvinas).Una vez que los jóvenes se retiraron y luego de una entrevista televisiva, Borges dijo: “Creo que se apagó la luz…”, cuando las cámaras dejaron de filmar, y como nadie dio muestra de asombro agregó: “Bueno, lo mío fue una jactancia de ciego, que un ciego sepa que se apagó la luz, ¿no es notable?”.Parece que para toda la gente que estaba allí reunida lo menos notable era eso, querido Borges.